Así como existen algunos tipos de factura, también existen variantes de ella. Algunas variantes son más complejas que otras, pero todas poseen bastante utilidad, por ello es necesario conocerlas.
La primera variante es la más sencilla, se trata de una copia de la factura, con la misma información que la factura original. Esta copia sirve para que el emisor de la factura también cuente con una copia de la operación realizada, pero debe asegurarse que se indique que ese documento es una copia y no el original.
Otra variante es la que se debe emitir en caso de que el destinatario haya perdido la factura. En este caso se trata del duplicado de una factura, con la misma información que la factura original, aunque especificando que se trata de un duplicado.
Otra variante de una factura es la e-factura o factura electrónica. Se trata de un documento electrónico que se transmite de un ordenador a otro y que posee el mismo valor que una factura en papel.
Finalmente, también existe la variante llamada factura proforma. Este documento es un anticipo de la factura comercial, ya que se emite antes de concretar la venta, aunque especificando las condiciones de la misma. Por tanto, solo se detalla la oferta, mas no la venta en sí.
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