Para que una firma digital adquiera valor jurídico, debe cumplir una serie de requisitos que garanticen su seguridad. Estos son principalmente tres, aunque podríamos añadir un cuarto requisito que se encuentra de manera implícita.
El primer requisito que debe poseer una firma digital es el de poder garantizar la identidad del firmante. Esto quiere decir que una firma digital debe ser capaz de reconocer con certeza la autoría de la misma.
Otro requisito que debe cumplir la firma digital es el de la integridad. Esto quiere decir que el documento recibido debe ser el mismo documento emitido. La firma debe garantizar que no ha habido cambios entre uno y otro momento.
A su vez, una firma digital también debe garantizar lo que se conoce como la no repudiación. Esto no es otra cosa que el no rechazo al origen del documento, en otras palabras, este requisito garantiza que el emisor del documento no pueda negar que él es el autor del mismo.
Finalmente, la confidencialidad del documento firmado también puede ser considerada como un requisito implícito de la firma digital. Durante su transmisión, el documento solo debería ser visto por el emisor y el receptor.