El albarán y la factura son dos documentos que en algunas ocasiones se pueden confundir, pero que en realidad tienen usos y validez muy diferentes. La principal diferencia entre albarán y factura es que el albarán justifica la entrega de un producto y no tiene efectos tributarios ni validez fiscal, mientras que la factura justifica el pago de una transacción y sí tiene efectos tributarios y validez fiscal.

¿Cuál es la diferencia entre un albarán y una factura?

El albarán es un documento mercantil emitido por el proveedor, y su función es acreditar la entrega de una mercancía, de forma que se garantiza que determinado producto ha llegado a manos de su destinatario. Por eso, existe un tipo de albarán en el que ni siquiera es necesario indicar el valor del producto (albarán sin valorar). En los albaranes en que sí se especifica el importe de la mercancía entregada, este dato únicamente sirve para ofrecer un mayor detalle de la transacción, pero no tiene efectos tributarios.

En cambio, la factura es un documento más completo que acredita que se ha realizado una operación comercial y que tiene fines tributarios. Por eso, en ella se deben incluir datos de identificación del comprador y del vendedor, el importe del producto o servicio objeto de la transacción y el IVA aplicado.

Por otra parte, otra diferencia entre albarán y factura es que la emisión del albarán no es obligatoria, mientras que la de la factura sí.